Hoy es de los días en que uno más se alegra de ser fotógrafo. He tenido el placer de conocer en persona a la piloto de Fórmula Uno, María de Villota después de sufrir el grave accidente el pasado 3 de julio de 2012 en el aeródromo de Duxford (Reino Unido). Es una mujer extraordinaria, llena de vitalidad, fuerza y un ejemplo de superación. Todavía estoy impactado de ver como quedó el casco que llevaba el día del accidente. Hoy lo ha enseñado por primera vez en público y las imágenes hablan por sí solas.
Ahí las dejo para que juzguéis vosotros mismos.
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